Encuentro de los mares

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La economía azul tiene que ser el empuje definitivo al sector del mar

 


Una empresa de turismo marinero, otra de comercialización de algas o una serie de proyectos con la sostenibilidad del mar como motor principal. La economía del mar es y debe ser azul. Ya no solo de pesca vive el entorno.

Encuentro de los Mares es un congreso que quiere debatir con profesionales dispares del mar, sobre todo de cómo defender su cultura. En ello es importante los cupos o la sobre explotación, pero también entran otras actividades que aportan a su sostenibilidad a través de actividades no pesqueras. De éstas han hablado dos empresarias y un periodista, cada uno especializado en un sector marino diferente al que todos podemos pensar. 0

Alberto Echaluce, periodista especializado en información marítima y pesquera y director de Europa Azul, ha repasado algunos de los proyectos “actuales más interesantes para generar empleo y vivir del mar sin explotarlo”, viables “porque el sector pesquero ha entendido que debe abrirse más al mundo científico y técnico. Así, el mar puede crear oportunidades”. Se trata, por ejemplo, de Novelfish, de la Universidad de Cádiz, proyecto que da salida y valor comercial a especies objeto de descarte, y a aquellas de baja talla o fruto de capturas accesorias, a través de la creación de nuevos productos como salsas, emulsiones, saborizantes o patés. 

Otros son el Proyecto Música con el que la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) genera sistemas de aprovechamiento utilizando energías renovables (eólica, fotovoltaica y mareomotriz), o el Smart Survey Booking (SSB), de la certificadora DNV GL, que mediante inteligencia artificial orienta cuándo y dónde realizar la inspección de los barcos, programándolas y combinándolas en función del tiempo necesario para realizarlas.

Son todos proyectos, resumía el periodista, “importantes para el desarrollo futuro de la pesca.
La economía azul tiene que ser el empuje definitivo al sector, para crear una pesca futura sostenible y moderna”. Ejemplos de ello secundaban a Echaluce en la ponencia. Se trataba del proyecto Suralgas, marca comercializadora de algas de los esteros de Cádiz, “un producto gastronómico altamente saludable y sin impacto en el entorno”, comentaba su responsable, Consuelo Guerra; o de Turismo Marinero, una empresa que ha puesto en valor y de una manera pedagógica y lúdica la pesca artesanal.

Shonia Cruz es su gerente, una licenciada en Turismo que quiso aportar a “un sector muy poco conocido y valorado”. Se trata “de aprovechar todo el patrimonio que el sector pesquero tiene y potenciarlo mediante rutas guiadas y paseos en barco, donde el cliente ve de primera mano el trabajo de los pescadores y aprende a conocerlos y respetarlos”. Para el sector mismo, además, “es una manera complementar su actividad principal, ayudándoles a seguir con ella”. Cruz empezó en el negocio alertada por los datos: Más del 30% de la flota pesquera artesanal había  desaparecido y faltaba relevo generacional. “Mi marido es patrón de barca. Teníamos que hacer algo”. 

El Proyecto Turismo Marinero representa además una fuente potencial de empleo femenino, contribuyendo a fomentar actividades que favorecen nuevos perfiles laborales y de emprendimiento con proyectos relacionados con el reciclado y la transformación de residuos o planes de cooperación medioambiental. La empresa trabaja de momento desde los puertos de Estepona, Marbella, Fuengirola y Caleta de Vélez, en Málaga.
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