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Consumir pescado dos veces a la semana reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular hasta un 30%
Los beneficios de comer pescado son múltiples, desde mejorar la elasticidad de las articulaciones hasta aumentar la tasa cognitiva. O su papel decisivo reduciendo la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
España es uno de los países con más esperanza de vida y se espera que en 2030 lleguemos a ser el más longevo del mundo. El secreto se encuentra en las bondades de la dieta mediterránea, una dieta que, no por casualidad, se asienta sobre el consumo habitual de pescado. Guillermo Aldama, cardiólogo intervencionista del Hospital Universitario de A Coruña, aseguraba en Encuentro de los Mares que “el pescado es salud”. Los datos le dan razón.
Construyendo salud
Imagínense que tiene que construir una pared, lo ideal será hacerlo con los mejores materiales para que sea robusta y nos ofrezca seguridad y garantías. Bien, eso mismo piensan nuestras células. Las células están recubiertas de una pared de grasa que será esencial para predecir su comportamiento y su comunicación con otras células: a grasa de mejor calidad, mejores funciones celulares. Y en el mercado de las grasas, las mejores son las insaturadas. “Las grasas insaturadas son grasas esenciales que nuestro cuerpo no puede producir: Omega-3, Omega-6 y Omega-9. De ellas, las Omega-3 son las premium”, aleccionaba el doctor.
¿Y dónde podemos conseguir esas grasas premium? En el pescado. Su consumo habitual, al menos dos veces por semana, es garantía de un mejor funcionamiento de nuestro organismo: mejora la función neuronal y la tasa cognitiva, ayuda a regular el metabolismo del colesterol, e incluso afecta a nuestro humor, pues ayuda a paliar los síntomas depresivos. Piel, articulaciones, retina, así como nuestro sistema inmunológico, también salen beneficiados del uso de estas grasas premium en la construcción de nuestras células.
Prueba de todo ello, no es solo que los países con dieta mediterránea tengan una esperanza de vida más alta sino también que su Índice Global de Salud, es decir su calidad de vida, es mejor. En este sentido, apuntaba Aldama, “España es el país del mundo con más calidad de vida, por delante de Italia, Islandia o Japón”.
Pescado sí o sí
Si aún no están convencidos de los beneficios de comer pescado, otro dato concluyente: España es el país con menos mortalidad cardiovascular, y esto es así por su dieta rica en grasas marinas. A los datos se remitía de nuevo el doctor Aldama.
La hipertensión es la primera causa de mortalidad cardiovascular en el mundo, pero con una ingesta de pescado de dos veces por semana se disminuye la mortalidad por infarto cerebral en un 10% y por infarto de corazón en un 7%.
Aún hay más. Cambiando el 3% de ingesta de proteína de carne por pescado, la mortalidad por infarto de miocardio se reduce en un 30%. Y si consumimos más pescado que el de las dos porciones semanales recomendadas, por cada otros 100 mg. añadidos incrementamos esa reducción en un 5%.
Y seguimos. El riesgo de sufrir un infarto cerebral disminuye un 45% incorporando pescado en nuestra dieta. Y la reducción del riesgo de muerte llega al 70% si nos referimos a los casos de muerte súbita.
Eso sí, “el modo de cocción es importante para preservar los beneficios, así que evitemos fritos y rebozados y optemos por la plancha, el horno o los marinados o guisos”, aclaraba Guillermo Aldama. Y añadía, interpelado por Benjamín Lana, presidente de la División de Gastronomía de Vocento: “conservas y congelados mantienen también todas las propiedades y beneficios”.
Así pues, ¿qué hay hoy para comer?