Entrevista
Enric Sala y Manu San Félix: “El gran enemigo de la pesca es la sobrepesca, no las reservas marinas”
Los biólogos marinos Enric Sala y Manu San Félix llegan a Encuentro de los Mares para recoger el premio Sartun por su proyecto Pristine Seas en favor de la preservación de lo salvaje de los océanos.
Hablamos con ellos de su labor medioambiental y del futuro que divisan a la fuente principal de vida del planeta. Enric Sala y Manu San Félix son la punta de lanza de uno de los proyectos más importantes de la National Geographic Society. Ambos llevan más de diez años identificando, protegiendo y restaurando los últimos lugares salvajes de los océanos mediante Pirstine Seas (“Mares antiguos, originales”), labor por la que Encuentro de los Mares les entregará el premio Sartún.
Un catalán y un madrileño, ambos biólogos marinos, que viven por y para salvar al mar; un catalán y madrileño que lanzan un grito de urgencia para actuar ya: “Si protegemos ahora el Mediterráneo, que ya no tiene nada prístino, podría aún volver a ser como lo conocían nuestros abuelos”.
Con consejos (“Debemos proteger al menos el 30% del mar para 2030”) y sugerencias (“Los cocineros deberían mostrar que podemos comer del mar sin poner en peligro a especies vulnerables”), conocemos mejor a dos españoles ilustres; uno de ellos (Sala), primer nacional en convertirse en Explorador Residente de National Geographic, la máxima categoría de investigación y exploración de la organización y de la que solo forman parte 15 personas en el mundo. Les escuchamos, a ellos y a su proyecto.
¿Cómo acaban un catalán y un madrileño trabajando para National Geographic?
Enric Sala: Propuse el proyecto Pristine Seas a National Geographic en 2008 combinando exploración, investigación y comunicación para proteger los lugares más salvajes del planeta. Les gustó la idea, y me mudé a Washington DC-donde ahora resido- en julio de 2008 para desarrollar y dirigir el proyecto. Enseguida invité a Manu a que viniera a nuestra primera expedición como camarógrafo submarino. Desde entonces hemos trabajado juntos.
Manu San Félix: Estoy en National Geographic por “culpa” de Enric, que me llamo para este increíble proyecto. Nunca soñé que pudiera trabajar para National Geographic, sociedad de la que soy fan desde muy joven. Mi trabajo en Pristine Seas es en las expediciones. Cuando no estoy en ellas resido en Baleares, a caballo entre Formentera e Ibiza.
Comentan el orgullo de trabajar para National Geographic. ¿Cuál es el objetivo último de la organización?
ES: Tiene como misión explorar, iluminar y ayudar a conservar la maravilla de nuestro mundo, utilizando investigación, educación y comunicación. Un sueño.
Pristine Seas quiere identificar, proteger y restaurar los últimos lugares verdaderamente salvajes del océano. Hasta la fecha, el proyecto ha ayudado a crear 22 reservas marinas, cubriendo una superficie de 5,8 millones de kilómetros cuadrados. ¿Contentos?
MSF: Recuerdo la primera expedición de Pristine Seas en 2009. Entonces era impensable que el sueño de Enric alcanzase el éxito conseguido en número de reservas marinas y extensión de océano protegido. Los resultados de conservación de los océanos son espectaculares y lo bueno es que se pueden medir y contabilizar con cifras de kilómetros protegidos. Personalmente, creo que PS ha sido protagonista y pionero poniendo en marcha la maquinaria de protección de los océanos, a la que muchos países se han sumado. Queda mucho por hacer, pero ahora hay un ambiente o moda de protección marina que hace diez años no existía, y de la que Pristine Seas tiene mucha culpa.
ES: Es verdad. No podríamos estar más satisfechos con los resultados conseguidos.
Les dan el premio el premio con el que la organización del Encuentro de los Mares reconoce el trabajo de una persona, colectivo u organización en defensa de los mares. ¿Cuán importante son los reconocimientos y la comunicación para proyectos como éste?
ES: Sin comunicación nada ocurre. Hay mucha más conciencia que cuando empezamos, pero aun así comunicar los problemas no es suficiente. Debemos comunicar también las soluciones y cómo cada uno puede poner su granito de arena.
MSF: En lo relativo al medio marino es aún más importante la comunicación, ya que la mayoría de las personas nunca han visto ni verán lo que hay bajo la superficie. Y lo que no se ve es difícil sentirlo. Por eso es fundamental conseguir llevar el mar y los océanos a la vida cotidiana de las personas.
En el mapa que han creado en PS no aparece ninguna área del Mediterráneo. ¿No es salvaje? Y, del Atlántico, solo una cerca de Portugal. ¿Dónde están las áreas más salvajes del mundo?
ES: Desafortunadamente, no hay nada prístino en el Mediterráneo. Han sido demasiados siglos explotando al pobre mar. Los lugares más salvajes son los que están más alejados de los humanos.
MSF: Ya hace unas cuantas décadas que el Mediterráneo dejó de ser prístino. Ha cambiado muchísimo en los últimos 70-80 años. Pero eso no quiere decir que no haya que protegerlo y que no sea posible recuperarlo. Estamos a tiempo de hacerlo, y estoy seguro que lograremos que vuelva ser como lo conocieron nuestros abuelos.
¿Qué se hace una vez descubren y señalas las áreas?
ES: Realizamos expediciones, investigación científica, análisis económicos y documentales, e intentamos inspirar a los líderes de países para que protejan esos lugares. Cuando vamos a lugares con gente, la comunidad local lidera el proceso y nosotros amplificamos su voz con nuestro megáfono mediático.
San Félix compagina el proyecto con Posidonia Maps, otro trabajo en favor del fondo marino en este caso del Mediterráneo. ¿En qué consiste?
MSF: Posidonia Maps es un proyecto inspirador, de cómo una idea puede solucionar un problema aplicando el conocimiento y la tecnología que tenemos. El Mediterráneo es lo que es gracias a la posidonia, sobre todo Baleares. Actúa como un enorme pulmón, amén de conformar el hábitat de muchísimas especies. Y, si seguimos así, puede haber un futuro sin posidonia. En Formentera, por ejemplo, hay una fuerte presión por el fondeo de miles de barcos sobre las praderas de posidonia, que se están perdiendo y que tardarán siglos en crecer. En algunos sectores, como en la Isla de Espalmador, observamos entre 2008 y 2012 una pérdida del 44% de cobertura. Para evitarlo hicimos una cartografía detalle de las praderas de posidonia en la isla y la pusimos en la App gratuita Posidonia MAPS, la cual te dice con una precisión de 30 centímetros si estás o no sobre posidonia antes de echar tu ancla.
Sus trabajos dan la voz de alerta. Si no actuamos rápido, ¿se va a acabar con los ecosistemas marinos?
ES: Sí. Debemos proteger al menos el 30% del mar para el 2030. La buena noticia es que, cuando protegemos un área, la vida marina se recupera espectacularmente. Que les pregunten a los buzos que van a las reservas marinas de las Illes Medes o el Cabo de Palos.
MSF: El Mediterráneo es un mar casi cerrado. Es como si estamos en una habitación sin ventilación donde el aire se renueva solo por un palmo de la puerta que está entreabierta. Esa abertura de la puerta es el Estrecho de Gibraltar. Por eso, todos nuestros impactos se muestran antes: contaminación, sobrepasa, plásticos, especies invasoras, aumento de temperatura… Si no actuamos, lo perderemos. El Mediterráneo, por lo tanto, nos muestra el camino de lo que sucederá en los océanos del planeta si no actuamos. Pero, si lo hacemos bien, nos servirá para probar soluciones y comprobar la rapidez con la que actúan.
Entonces, ¿son positivos en cuanto a la supervivencia del mar? En ese sentido, ¿es necesario un congreso como Encuentro de los Mares?
ES: Es difícil ser optimista en la era del calentamiento global, por lo que es más importante aún juntar a los diferentes actores en un mismo congreso. El lobby pesquero mantiene que no hay problema de sobrepesca, mientras que los científicos muestran que el problema es gravísimo. La industria mantiene el mito de que no podemos proteger más porque arruinaría su modo de vida, pero a día de hoy solamente el 2,5% del océano está totalmente protegido de la pesca. Por lo que el gran enemigo de la pesca es la sobrepesca, no las reservas marinas. Hay estudios que muestran que las reservas, de hecho, benefician a la pesca de su alrededor. Por todo ello, es importante que el público oiga a las dos partes y vea que los dos esfuerzos (mejorar la gestión de la pesca y las reservas marinas) se complementan.
Última: ¿Qué rol deben jugar los cocineros en todo ello?
ES: Los cocineros tienen un papel muy importante, ¡porque todo el mundo come! En España se come mucho pescado y marisco, aunque más del 80% viene de afuera y la mitad es de piscifactoría. Los cocineros deberían innovar y mostrar que podemos comer del mar sin poner en peligro a especies amenazadas o vulnerables. Ángel León es un gran ejemplo.