Encuentro de los mares

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Entrevista

Javier Garat: “Por salud y sostenibilidad se debería bajar el IVA del pescado al 4%, incluso al 0%”

 

Javier Garat Pérez y María Luisa Álvarez Blanco representan al primer y último eslabón de la cadena del sector pesquero español. El primero es secretario general de la Confederación Española de Pesca, que aglutina armadores de pesca, empresas pesqueras y buques y más de 10.000 pescadores; la segunda, directora de Fedepesca, la asociación que representa a más de 7.000 pescaderías tradicionales del país. Juntas, ambas voces plasman la radiografía general de un sector que, pese a no parar durante esta crisis, sigue sufriendo “por la falta de ayudas y de relevo generacional”.

No hablan egoístamente, lo hacen representando a un sector que “alimenta con la proteína animal más saludable que existe”, con todo lo que eso ayuda al medio ambiente y al futuro de la humanidad, “insostenible de otro modo”. Desde sus respectivos frentes, aúnan voces por una mayor concienciación y piden que se rebaje el IVA del sector para favorecer la dieta saludable.

Defienden el sector pesquero español, “único y líder mundial”, también por unos protocolos de funcionamiento “muy superiores a los asiáticos cuyos productos invaden el mercado”. Les gustaría que el público conociera la situación real para que actuara con libertad y consumiera local, “para que defendiera la soberanía alimentaria”. No es casualidad, concluye Garat, “que los mejores amigos de Jesucristo, luego sus apóstoles, fueran pescadores”. En el mar, concluyen sin broma, reside en gran medida “el futuro de la alimentación humana saludable”. 

Les escuchamos días antes de que participen en el II Encuentro de los Mares.

¿Cómo está el sector tras el shock que ha supuesto el Covid-19?

Javier Garat: Como somos sector esencial y estratégico, en el pesquero no ha habido parón total y la actividad se ha mantenido parcialmente. No en vano nos dedicamos a alimentar a la población con la proteína animal más saludable que existe. Sin embargo, y debido al cierre del canal Horeca durante el estado de alarma, la demanda de algunos productos ha desaparecido y aún sigue sin recuperarse, como es el caso del marisco, del pez espada, del tiburón, del rodaballo salvaje o del besugo. Vamos a tener por delante unos meses que van a exigir, además de políticas de ayudas económicas, de la solidaridad de los consumidores.

María Luisa Álvarez: Han sido meses intensos, de mucho trabajo, compaginando la protección de las personas y los equipos con el suministro de un producto básico y fresco de manera segura. Perdimos la venta a la hostelería, aunque se ha podido mitigar con el aumento de la venta directa a domicilio.

Han demandado públicamente más ayudas al sector. ¿Van llegando?

JG: Aún no, pero se están tramitando a través del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP). Entre otras, están las de paralización temporal de la flota para armadores y tripulantes, la mayor financiación a las organizaciones de productores pesqueros y las ayudas al almacenamiento. También hemos solicitado flexibilizar la regulación del sector, pidiendo que se eliminen trámites burocráticos que nos complican la vida para realizar nuestra actividad. También hemos hecho un llamamiento a la gran distribución para priorizar la producción pesquera española y comunitaria, promoviendo así la conocida como soberanía alimentaria. A nuestro juicio, este concepto es básico para construir un sistema alimentario más resistente y sostenible a partir de los estándares de la producción de la UE frente a las importaciones masivas de determinados países sobre todo del sudeste asiático.

MLA: El sector detallista ha quedado excluido de las ayudas que se ampliaron con cargo al FEMP. Hemos tenido tres fallecidos en Madrid y un 10% de personas de baja por Covid, así que ha habido muchas empresas del sector que han tenido que cerrar al menos durante un tiempo sin ayuda alguna. Aquellas empresas que no han perdido más del 75% de la facturación no han tenido tampoco ninguna ayuda, y no es posible salir adelante con una facturación del 30 o el 40%. Las ayudas de liquidez han ido bien, pero en vez de tanto préstamo hubiera sido mejor ayudas directas a las empresas como ha pasado en Alemania.

Como sector esencial, que hemos estado al pie del cañón ofreciendo alimentos frescos y bienestar y normalidad en una situación desconcertante, de cara al futuro a las pescaderías se nos debería tratar como esenciales tras la Sanidad y los Cuerpos de Seguridad del Estado. Se debe reconocer que la alimentación y todas las cadenas de valor han sido muy importantes para que el país haya mantenido una cierta estabilidad en un momento tan difícil.

¿Recuperaremos la normalidad? ¿Qué se podría cambiar para que ésta sea mejor para el sector?

JG: Lo ideal sería que recuperáramos el sentido común y que todos los actores que intervienen en la regulación de esta actividad fueran conscientes del papel de este sector como fuente de generación de alimentos saludables para el futuro de la población mundial, que en 2050 sumará 3.000 millones de personas más. Apunto esto porque también tenemos el reto del cambio climático, y mucha gente desconoce que la huella de carbono de la actividad pesquera es notablemente inferior a la de cualquier otra industria. Creo que son factores que, tarde o temprano, caerán por su propio peso. En el sector lo sabemos y confiamos en que pronto sean conscientes políticos, grupos ecologistas y los propios consumidores.

MLA: Espero que por fin se hayan dado cuenta de la enorme labor de las cadenas alimentarias, y de la pesquera en particular: pescadores, transportistas, mayoristas, fabricantes, detallistas… Habría que prestigiar a estos sectores y ofrecerles la formación profesional que en el caso del comercio de la alimentación no existe. Habría que conseguir relevo generacional para que siga existiendo interés por mantener la actividad. Toda la cadena de valor pesquera española es única y líder en el mundo, también en el comercio especializado. La red de pescaderías que existe en España no existe en otro sitio. Por ello serían importante políticas que permitan la permanencia de ese comercio local y de proximidad, rebajando el IVA del producto pesquero.

Como dice el título de la ponencia que celebrarán en Encuentro de los Mares, ¿cómo se consigue aumentar el consumo de pescado? ¿Bajando el IVA como comentan?

JG: Lo fundamental es la información y el conocimiento. Hay que asegurarse de que la población conozca las maravillas que aportan las proteínas de los productos pesqueros a la dieta humana promocionando el consumo de este alimento. Hay que hacerlo también competitivo, por lo que venimos solicitando desde hace tiempo la reducción del IVA del pescado del 10% al 4%, equiparándolo al de otros alimentos básicos como la leche o el pan. 

MLA: Estamos buscando permanentemente como protegernos, cómo cuidarnos y vivir sosteniblemente, y uno de los grandes aliados en este sentido son los productos pesqueros. Un país donde más de la mitad de la población tiene sobrepeso, donde las cifras de obesidad y enfermedades relacionadas con la mala alimentación no paran de crecer, necesitamos un Gobierno que haga de verdad una política de apuesta por la dieta saludable. Y esto incluye una rebaja del tipo impositivo del IVA de nuestro sector incluso al 0%. Esto ya pasa en países como Reino Unido. 

Este confinamiento parece que ha traído la valorización del sector primario. ¿Lo han notado? ¿Están de acuerdo?

JG: Los consumidores cada día están mejor informados sobre qué comen, cuál es el origen de los alimentos y qué beneficios aportan a su salud y, efectivamente, también notamos esa tendencia aunque aún en un porcentaje pequeño. Además del producto creo importante que el consumidor conozca en qué condiciones se captura o se produce lo que consume. Europa importa anualmente 79.500 toneladas de lomos de atún -que consumimos en lata- proveniente de flotas asiáticas que no pagan aranceles. El problema es que, al margen de practicar muchas de ellas pesca ilegal, las condiciones laborales de los trabajadores de algunas de estas flotas son pésimas e incluso se producen casos de esclavitud y violaciones de derechos fundamentales. Los consumidores deberían conocer estos hechos y tener la libertad para elegir entre productos provenientes de ellas o los que aportan la flota europea, cuyas prácticas son sostenibles medioambiental y laboralmente.

MLA: Los españoles se han dado cuenta de la importancia de la cadena alimentaria y del comercio tradicional, el canal físico que más ha crecido según estadísticas del Ministerio. Por seguridad, por cercanía, porque supimos también adaptarnos y hacer un servicio a domicilio a medida. Hemos duplicado el tiempo de dedicación a cada cliente, así que aunque hemos crecido en facturación de consumo en los hogares, hemos perdido rentabilidad. Pero la prioridad del sector era estar a la altura de los clientes y cuidarlos y creo que lo hemos conseguido. La gente ha redescubierto el comercio tradicional y de especialidad, y esperemos que nos sigan valorando.

Acabamos. ¿La solución a muchos de los problemas humanos está en el mar?

JG: Sin lugar a dudas. La especie humana siempre ha estado vinculada al mar y seguirá estándolo. No es casualidad que los mejores amigos de Jesucristo, luego sus apóstoles, fueran pescadores. En el mar se encuentra la respuesta a muchas de las incógnitas que tenemos sobre nuestro futuro, también el de la alimentación humana saludable. La sostenibilidad futura pasa por una buena gestión pesquera, que permita poder seguir alimentado a toda la población con productos de bajo impacto ambiental.

MLA: Tenemos que ser conscientes de que debemos proteger a nuestros mares y océanos. La pesca a veces se ve como un problema y es parte de la solución. Es la forma de vida y el comportamiento de las personas lo que ha conseguido que el mar esté lleno de plásticos y residuos, por lo que debemos concienciarnos para proteger a nuestros mares y proteger así la vida y la diversidad. Es nuestro medio de vida, y queremos seguir disfrutando de él.
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